{"id":9385,"date":"2020-02-19T13:28:50","date_gmt":"2020-02-19T12:28:50","guid":{"rendered":"http:\/\/www.salesianos.edu\/capitulogeneral\/?p=9385"},"modified":"2020-02-19T13:33:56","modified_gmt":"2020-02-19T12:33:56","slug":"hasta-siempre-maestro","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/capitulogeneral.salesianos.edu\/hasta-siempre-maestro\/","title":{"rendered":"Hasta siempre, maestro"},"content":{"rendered":"
Todos hemos necesitado saber hacia d\u00f3nde. Todos hemos fijado la mirada en quien nos preced\u00eda en el camino. Todos hemos buscado rostros en la niebla que indicaran el camino hacia la luz para no desbarrar en la siguiente curva.<\/p>\n
Me he preguntado muchas veces que tienen en com\u00fan las personas que han sido decisivas en mi vida. No ha sido f\u00e1cil encontrar una respuesta. A veces pens\u00e9 que era la preocupaci\u00f3n por mi persona o el cari\u00f1o que me demostraban. En ocasiones cre\u00eda que era la admiraci\u00f3n que yo sent\u00eda por ellas. M\u00e1s de una vez llegu\u00e9 a la conclusi\u00f3n de que se trataba de la implicaci\u00f3n en proyectos o experiencias compartidas que llegaron a ser significativas para ambos. Estaba equivocado. Hoy s\u00e9 que lo valioso de todas estas personas es que han sido inspiradoras en alg\u00fan tramo del camino.<\/p>\n
Inspiradoras porque han marcado estilo, me han iluminado o han se\u00f1alado veredas nuevas. Inspiradoras porque fueron coherentes y audaces en momentos de mediocridad. Inspiradoras porque me han sostenido en situaciones de oscuridad y han abierto ventanas en mi existencia para que entre la claridad. Inspiradoras porque estuvieron en el momento justo y en el lugar oportuno alentando mi esperanza. Inspiradoras porque su abrazo me llen\u00f3 de paz y de confianza en m\u00e1s de un momento duro. Inspiradoras, en fin, porque confiaron en m\u00ed incondicionalmente y su modo de vivir las hizo definitivamente cre\u00edbles.<\/p>\n
Antonio ha sido una de esas personas inspiradoras y decisivas que han marcado mi historia personal. Los novicios admir\u00e1bamos a don Antonio. Pero me gan\u00f3 definitivamente cuando unos d\u00edas antes de mi primera profesi\u00f3n me part\u00ed el tobillo jugando al f\u00fatbol; vino a mi habitaci\u00f3n, se sent\u00f3 conmigo un buen rato, me anim\u00f3, hablamos de mil cosas y me dijo\u2026 \u201cMa\u00f1ana har\u00e1s tu primera profesi\u00f3n como salesiano. Solo te deseo que seas al menos tan feliz como lo he sido yo en mi vida salesiana\u201d. Y me abraz\u00f3.<\/p>\n
No se me han olvidado nunca aquellas palabras. Una amistad profunda nos ha unido siempre. Lo he admirado. He aprendido de \u00e9l. Me he dejado conducir. \u201cEres Eliseo\u2026\u201d, me dec\u00eda sonriendo. Y le gustaba hablar del manto que me dejaba, como El\u00edas a su disc\u00edpulo. A\u00fan recuerdo su emoci\u00f3n cuando me invit\u00f3 a sucederle en la asignatura de cristolog\u00eda en el CET al jubilarse de las clases o cuando, al comenzar mi servicio como inspector, me susurr\u00f3 al o\u00eddo: \u201cTe tengo que ense\u00f1ar c\u00f3mo se hace\u201d. Y sonre\u00eda.<\/p>\n
Habl\u00e1bamos mucho. \u00a1Me confi\u00e9 a \u00e9l tantas veces! En momentos de oscuridad me ilumin\u00f3. En situaciones de desconcierto me orient\u00f3. Cuando se hizo complicado seguir adelante me acompa\u00f1\u00f3 un tramo del camino sin importarle coger mi paso. La \u00faltima Navidad, casi sin fuerzas, me abraz\u00f3 la noche de nochebuena y me dijo: \u201c\u00a1Vas al cap\u00edtulo! \u00a1Pelea por una Congregaci\u00f3n m\u00e1s encarnada y valiente!\u201d. Bien sab\u00eda yo de sus luchas all\u00e1 por los 70 cuando, pleno de fuerzas y en tiempos de ebullici\u00f3n conciliar, aport\u00f3 tanto a la renovaci\u00f3n de nuestra Congregaci\u00f3n y de nuestra Inspector\u00eda.<\/strong><\/p>\n Se zambull\u00f3 de lleno en el misterio de Cristo y de su Iglesia. Te\u00f3logo agudo y coherente con un toque latinoamericano y liberador, tras su paso por La Cat\u00f3lica de Chile, que atemper\u00f3 con el tiempo. Trabaj\u00f3 con denuedo por impulsar las reformas conciliares. Se dej\u00f3 la piel en la formaci\u00f3n del clero, de los religiosos y de los laicos, sobre todo en el mundo de las hermandades y cofrad\u00edas. Un hombre de instituci\u00f3n y a la vez una mente libre. Honesto y aut\u00e9ntico. Renunci\u00f3 al poder y quiso permanecer siempre fiel a sus principios, al evangelio y a la madre Iglesia.<\/p>\n Mar\u00eda fue su \u00faltimo puerto. A ella dedic\u00f3 los a\u00f1os m\u00e1s brillantes de su quehacer teol\u00f3gico. La madre de Jes\u00fas, claro espejo de la santa Iglesia, fue la mejor s\u00edntesis de su vida. Esperanza Macarena y Auxiliadora, puerto seguro al final de su largo camino al servicio de Dios, de los j\u00f3venes y de la comunidad cristiana.<\/p>\n Hoy el paisaje en el que crec\u00ed y madur\u00e9 est\u00e1 un poco m\u00e1s desnudo. Me seguir\u00e1 inspirando su recuerdo agradecido. Hasta siempre, maestro. Hasta siempre, hermano.<\/p>\n